Consejos Clave para Mejorar tu Técnica de Extracción de Sangre
- 8 may
- 6 Min. de lectura

¿Cómo sabemos que esta tecnología es prometedora en el ya concurrido territorio vascular de los perímetros de nuestros clientes? Si bien la extracción de sangre es un procedimiento relativamente estándar en cualquier entorno de atención médica, puede ser más difícil de lo que parece. Las técnicas adecuadas ayudan a resolver problemas como el malestar de los pacientes, los resultados inexactos de las pruebas y el costo para los pacientes de repetir los procedimientos. Perfeccionar las habilidades de extracción de sangre es crucial para los profesionales de la salud con el fin de obtener resultados precisos y causar menos molestias a los pacientes.
En esta publicación, aprenderá estrategias prácticas que puede implementar de inmediato para mejorar su técnica de extracción de sangre, evitar errores comunes y brindar una mejor experiencia a sus pacientes ya usted mismo. Aquí hay algunos consejos que todos pueden repasar para facilitar las extracciones de sangre, ya sea que esté comenzando o sea un profesional experimentado.
Introducción a los conceptos básicos de la extracción de sangre.
Una extracción de sangre es cuando un trabajador de la salud toma una muestra de sangre, generalmente de una vena, para analizarla. Se toma por varias razones, incluidas pruebas de laboratorio, control de tratamiento o donación de sangre. Este procedimiento y la forma en que se lleva a cabo son fundamentales y pueden marcar la diferencia en el resultado de las pruebas, así como en la experiencia del paciente, en adelante. Durante una extracción de sangre, utilizará agujas, jeringas, toallitas con alcohol y tubos de recolección de sangre. Cada herramienta tiene un uso específico, y utilizarlas correctamente es fundamental para lograr el mejor resultado posible para el paciente, manteniéndolo cómodo y seguro.
Prepare al paciente y el entorno

Preparar tanto al paciente como el entorno son algunos de los pasos más cruciales para lograr extracciones de sangre exitosas. Estas son las principales cosas a las que debes prestar atención:
Comuníquese con el paciente
Dedique unos minutos a conversar con el paciente antes de comenzar. Explique qué pueden esperar durante el procedimiento y cuánto tiempo tomará, así como el motivo de la extracción de sangre.
Se sentirán menos ansiosos y desarrollarán concentración y comodidad.
Si el paciente está nervioso, explíquele que el procedimiento es rápido y relativamente indoloro.
Aborde la ansiedad por las agujas:
Algunos pacientes pueden tener fobia a las agujas, a las extracciones de sangre, etc. Debemos reconocer sus miedos y brindarles un consuelo tranquilizador.
Hágales saber que sentirán un pequeño pellizco o presión durante unos segundos, pero que pasará pronto.
Tenga un entorno limpio, ordenado y bien iluminado:
Lo principal es asegurarse de que la habitación donde se realizará la extracción de sangre esté limpia y libre de distracciones. Esto es esencial para crear un ambiente pulcro y limpio, y reducir significativamente la posibilidad de contaminación.
Asegúrese de que el área esté suficientemente iluminada para que pueda ver las venas y hacer que el proceso sea menos estresante.
Elija la ubicación adecuada para la extracción de sangre:
Por lo general, la sangre se extrae en algún lugar de la fosa antecubital (el pliegue del brazo). Las venas aquí tienden a ser grandes, prominentes y de fácil acceso.
Cuando la fosa antecubital no es adecuada, se pueden utilizar las venas de la muñeca, el dorso de la mano o el antebrazo, pero generalmente son más difíciles de acceder.
Puede evitar el estrés innecesario tanto para el paciente como para el sistema de preparación al paciente y el espacio antes del procedimiento.
Elija la aguja y las herramientas adecuadas:

OBLIGATORIO: Seleccionar la aguja y el equipo correcto es importante. Debe seleccionar una aguja del tamaño apropiado para el paciente. Si una persona tiene venas grandes, podría usar una aguja más grande, pero si tiene venas pequeñas (padres, niños pequeños), usaría una aguja más pequeña. También es importante decidir entre los tipos de agujas. Por ejemplo, las agujas de mariposa ofrecen mucha más flexibilidad, lo cual es esencial cuando se trata de venas más pequeñas (y permite una colocación menos incómoda). A menudo, las agujas regulares se usan más en venas más grandes. Sin embargo, el tamaño y el tipo de aguja adecuados pueden ayudar a garantizar que el procedimiento se realice correctamente con un mínimo de dolor.
Selección y palpación adecuada de una vena.
Localizar la vena correcta es uno de los aspectos más cruciales de la extracción de sangre. Para que el proceso termine lo más rápido y sin problemas posible, debe seleccionar una vena de fácil acceso con un fuerte flujo sanguíneo. Las mejores venas se encuentran en la fosa antecubital (el pliegue del codo), pero las de la muñeca o la mano también pueden ser suficientes si es necesario. Deslice el dedo a lo largo de la piel hasta que sienta una vena (se sienta como cordones debajo de la piel). La vena debe sentirse suave y ligeramente elevada, y debería poder sentirla sin mucha presión. Manténgase alejado de las venas que son profundas o difíciles de sentir, ya que pueden complicar la extracción de sangre. Además, evite las venas que se saben que colapsan o tienen un flujo sanguíneo deficiente. Elegir la vena correcta hace que el proceso sea mucho más fácil y exitoso tanto para usted como para el paciente.
Uso del torniquete

Un torniquete, para que las venas sean más fáciles de ver para las extracciones de sangre. Úselo con estos sencillos consejos:
Pasos sobre cómo colocar correctamente el torniquete
Aplique el torniquete de 7 a 10 centímetros por encima del sitio de extracción.
No lo aplique directamente donde va a extraer la sangre.
Pídale al paciente que baje el brazo.
Asegúrese de que las venas sobresalgan.
Ajuste la tensión
Un torniquete debe sentirse ajustado, pero no doloroso.
Asegúrese de que aún pueda ver y sentir el pulso en el brazo.
Debería hacer que las venas se abulten sin que se restrinja el flujo sanguíneo.
Pregúntele al paciente: "¿Está demasiado apretado? ¿Es incómodo?"
Evite dejarlo puesto demasiado tiempo
No deje el torniquete puesto por más de 1 minuto.
Busque signos de incomodidad que muestre al paciente.
Suelte el torniquete antes de insertar la aguja.
Si las venas se encogen, suelte el torniquete de inmediato.
Ángulo de inserción y técnica

Modifique el ángulo en el que inserta la aguja es clave para una extracción de sangre eficiente. La aguja debe insertarse en un ángulo de 15 a 30 grados. Podría atravesar la vena si la inserta en un ángulo demasiado pronunciado, lo cual es doloroso para el paciente. Si la inserta en un ángulo demasiado pronunciado, la aguja se saldrá. Angule la aguja para encontrar el ajuste perfecto, luego atraviese la piel con una presión controlada y constante. No hay presión. Los movimientos inestables o los tirones de la aguja pueden hacer que el procedimiento sea incómodo para el paciente y también pueden aumentar las posibilidades de no alcanzar la vena. Cuanto más lento inserte la aguja, más controlada será la acción y menos dolorosa será para el paciente, siempre y cuando esté dentro de la vena.
Cómo lidiar con extracciones de sangre difíciles
Incluso cuando hace todo bien, la extracción de sangre puede ser difícil. Esto es particularmente importante cuando las venas son pequeñas, profundas o de difícil acceso. Si tiene problemas para localizar una vena, intente mover un poco el brazo del paciente o utilizar una compresa tibia en el área. El calor hace que las venas parezcan más congestionadas. Golpear suavemente la piel también puede ayudar a que las venas sobresalgan. Si el paciente está nervioso o ansioso, trate de mantenerse calmado hablándole y explicándole lo que está haciendo paso a paso. Extraer grandes volúmenes de sangre puede ser difícil incluso para los especialistas. Si tiene dificultades, no dude en pedir ayuda a un colega. Para algunos pacientes, es posible que necesiten una persona con más experiencia para realizar la extracción de sangre. Es posible que desees probar un tipo de aguja diferente, como una aguja de mariposa.
Cuidados posteriores al procedimiento
Una vez que se completa la extracción de sangre, el cuidado del paciente y su comodidad se convierten en el siguiente paso. Una vez que se retire la aguja, aplique un poco de presión ligera en el sitio donde insertó la aguja para detener un poco el sangrado y ayudar a evitar hematomas. Después de eso, debería poder colocar una venda para cubrir el sitio. Explíquele al paciente que es perfectamente normal sentir un poco de dolor después, pero que debe abstenerse de realizar actividades pesadas, excitantes o enérgicas durante unas horas. Asegúrese de proporcionarle instrucciones para el cuidado posterior, como dejar el apósito durante un cierto período de tiempo para reducir el riesgo de infección e irritante. El cuidado posterior es fundamental para garantizar una recuperación sin problemas con pocas posibilidades de complicaciones.
🔖Conclusión: Consejos para mejorar su técnica de extracción de sangre
Se necesita tiempo y práctica para volverse bueno extrayendo sangre. Por lo tanto, al implementar estas pocas tácticas clave: preparar a su paciente y su área, seleccionar la aguja, seleccionar la vena y utilizar la técnica adecuada. Los consejos anteriores para mejorar su técnica de extracción de sangre aumentarán enormemente sus posibilidades de tener una extracción de sangre exitosa. Su paciente apreciará que se tome su tiempo (sin prisas) y que mantenga la calma, además de ser detallista, al igual que el paciente al que está atendiendo. Tenga en cuenta que la experiencia lo es todo, así que siga practicando y perfeccionando sus habilidades a medida que avanza.
Comments