La Administración Trump Vincula el Uso de Tylenol y Acetaminofén Durante el Embarazo con el Autismo, Expertos Cuestionan las Pruebas
- 23 sept
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Washington D.C. — Esta semana, la administración Trump hizo lo que el mismo presidente denominó "uno de los anuncios más grandes... en la historia de nuestro país", afirmando una conexión entre el analgésico común acetaminofén y el autismo. En un movimiento que ha generado rápida preocupación en la comunidad científica, el presidente Trump y el secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS), Robert F. Kennedy Jr., están listos para afirmar formalmente que el uso de acetaminofén—el ingrediente activo en Tylenol—durante el embarazo aumenta el riesgo de autismo.
Se espera que la administración también proponga una forma de vitamina B, leucovorina, como un tratamiento potencial o medida preventiva para el trastorno. La leucovorina, también conocida como ácido folínico, se utiliza comúnmente para tratar deficiencias causadas por la quimioterapia. La teoría se basa en investigaciones que sugieren que algunas personas con autismo tienen diferencias metabólicas que reducen el folato que llega al cerebro, un obstáculo que la leucovorina podría sortear.
Sin embargo, los expertos médicos y científicos están instando a la cautela, destacando que hay poca evidencia científica creíble para ambas afirmaciones. Aunque algunos estudios pequeños han sugerido una asociación entre la exposición al acetaminofén en el útero y el autismo, el estudio más grande y completo sobre el tema—una colaboración financiada por los NIH—no encontró tal aumento del riesgo. Un tribunal de distrito de EE. UU. llegó a una conclusión similar en un caso de responsabilidad por producto, incluso antes de que ese estudio fuera publicado. La evidencia sobre la leucovorina como un tratamiento eficaz también se considera "escasa", y organizaciones como la Autism Science Foundation afirman que la ciencia "aún está en etapas muy iniciales".
Este anuncio está siendo visto por muchos como el último intento de la administración de cuestionar la ciencia establecida y promover una agenda política. El Secretario de HHS, Kennedy, ha buscado durante mucho tiempo causas "ambientales" para el autismo, habiendo apuntado anteriormente a las vacunas y los colorantes sintéticos en los alimentos. Los críticos señalan que, aunque los diagnósticos de autismo se han triplicado en las últimas dos décadas, el uso de acetaminofén ha permanecido en gran medida constante. Además, los científicos coinciden ampliamente en que la genética juega un papel central y bien documentado en el riesgo de autismo.
En medio del furor político, los grupos médicos defienden las recomendaciones actuales. La Sociedad de Medicina Materno-Fetal continúa recomendando el uso de acetaminofén para el dolor y la fiebre durante el embarazo, argumentando que condiciones no tratadas, como una fiebre alta, pueden causar daños graves, incluyendo aborto espontáneo, parto prematuro o defectos de nacimiento. El fabricante de Tylenol también ha refutado la afirmación de la administración, defendiendo la seguridad del producto durante el embarazo. Por ahora, la declaración de la administración ha generado más controversia que claridad, enfrentando un anuncio político contra el peso del consenso científico actual sobre la relación entre acetaminofén, embarazo y autismo.











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