Tu Intestino Activa su "Ozempic Natural": "Sentido Neurobiótico" Clave para Regular el Apetito
- 25 jul
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Un descubrimiento revolucionario redefine nuestra comprensión de la comunicación intestino-cerebro, revelando un sistema recién identificado llamado el "sentido neurobiótico". Este hallazgo innovador explica cómo nuestro cerebro puede responder en tiempo real a las señales de los microbios que habitan en nuestro intestino. El "sentido neurobiótico" es clave para regular el apetito.
Liderada por neurobiólogos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke, incluyendo a Diego Bohórquez, PhD, y M. Maya Kaelberer, PhD, la investigación publicada en la revista Nature se centra en las células neuropod. Estas son diminutas células sensoras que recubren el epitelio del colon. Las células neuropod tienen la capacidad de detectar una proteína microbiana común y enviar mensajes rápidos al cerebro que pueden ayudar a frenar el apetito y guiar la toma de decisiones sobre la alimentación.
El protagonista clave en este proceso es la flagelina, una antigua proteína que se encuentra en los flagelos bacterianos, estructuras en forma de cola que las bacterias utilizan para moverse. Al comer, algunas bacterias intestinales liberan flagelina. Las células neuropod detectan esta flagelina con la ayuda de un receptor específico llamado TLR5 (Toll-like receptor 5). Una vez detectada, la señal es transmitida rápidamente a través del nervio vago, una importante vía de comunicación directa entre el intestino y el cerebro. Este circuito neuronal intestino-cerebro forma el mencionado sentido neurobiótico.
Los investigadores demostraron este mecanismo mediante experimentos en ratones. Al administrar una pequeña dosis de flagelina directamente en el colon de ratones hambrientos, observaron una disminución significativa en el consumo de alimentos en 20 minutos. Sin embargo, en ratones a los que se les había eliminado el receptor TLR5 de las células neuropod, la flagelina no tuvo efecto; los ratones comieron más y ganaron peso, lo que indica que el sistema de supresión del apetito no funcionó. Este efecto de supresión del apetito por la flagelina también fue observado en ratones libres de gérmenes, lo que sugiere que la detección de flagelina es suficiente para suprimir la ingesta de alimentos, independientemente de otras señales microbianas.
El estudio concluyó que las células neuropod colónicas que contienen PYY (péptido YY) utilizan el TLR5 para detectar flagelina y enviar una señal rápida al cerebro a través del nervio vago, regulando el comportamiento alimentario mediante receptores NPY2R dedicados. En esencia, las células neuropod envían una señal de "ya hemos comido suficiente" al cerebro.
Este descubrimiento es particularmente relevante porque sugiere que el sistema bacteriano del intestino imita de forma natural los efectos supresores del apetito de medicamentos como Ozempic (análogos de GLP-1), pero sin los efectos secundarios adversos. Los científicos creen que manipular este sistema bacteriano y mejorar la comunicación natural, posiblemente a través de dietas específicas o mediante la ingesta de prebióticos y probióticos, podría ser una estrategia para la pérdida de peso natural.
A futuro, esta investigación es crucial para comprender cómo nuestro comportamiento está influenciado por los microbios. El siguiente paso claro es investigar cómo las dietas específicas alteran el panorama microbiano en el intestino, lo cual podría ser una pieza clave en condiciones como la obesidad o los trastornos psiquiátricos. En resumen, este nuevo sentido neurobiótico nos proporciona una capacidad similar a nuestros otros sentidos, pero operando desde un lugar inesperado: el intestino.
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