Dirigiendo el Metabolismo en el Tratamiento del Cáncer: La Próxima Frontera
- 16 dic
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El panorama del tratamiento del cáncer está a punto de experimentar un cambio importante, yendo más allá de la genética y los venenos para centrarse en un factor a menudo pasado por alto: El Metabolismo en el Tratamiento del Cáncer. Expertos, incluido el médico y autor Siddhartha Mukherjee, sostienen que el metabolismo debe tratarse como un "objetivo de primera clase" en oncología, afirmando que cuando una célula se vuelve maligna, no solo se divide más rápido, sino que "come de manera diferente".
Durante un siglo, el metabolismo ha sido una nota a pie de página en la investigación del cáncer, a pesar del descubrimiento del efecto Warburg en la década de 1920, que observó que muchas células cancerosas consumen glucosa vorazmente, convirtiéndola en lactato incluso cuando hay oxígeno disponible. Esta firma metabólica es tan pronunciada que los tumores aparecen claramente en las tomografías PET porque actúan como "aspiradoras de azúcar", consumiendo inmensas cantidades de glucosa. Más allá del azúcar, los tumores también dependen de aminoácidos específicos (como asparagina, serina y glicina), ciertas grasas y vitaminas.
Las células cancerosas son cambiantes que se adaptan a la terapia al reorganizar sus líneas de combustible, lo que significa que los tratamientos centrados únicamente en el ADN o las vías de señalización pueden ser eludidos metabólicamente. Por ejemplo, un medicamento como un inhibidor de PI3K puede elevar los niveles de insulina y glucosa, creando una "puerta trasera" para que el tumor avance.
La solución emergente es el metabolismo informado por el tumor o la nutrición de precisión. Este enfoque se aleja de los consejos genéricos, como eliminar todo el azúcar o adoptar regímenes alcalinos, y en su lugar adapta las intervenciones dietéticas a la biología específica del tumor del paciente, al medicamento que se está utilizando y al cuerpo en el que ambos residen. El objetivo es utilizar los alimentos como un instrumento coterapéutico, administrado con la misma precisión que un medicamento.
Las estrategias que se están estudiando incluyen la dieta cetogénica (alta en grasas, muy baja en carbohidratos) y el ayuno intermitente, las cuales reducen el azúcar en la sangre, obligando al cuerpo a usar cuerpos cetónicos que las células sanas pueden utilizar, pero la mayoría de las células cancerosas no. Estos planes nutricionales precisos están diseñados para mejorar el funcionamiento de los mecanismos farmacológicos, no para reemplazarlos.
Sin embargo, esta dieta especializada debe complementar la atención médica, ya que no todas las restricciones son seguras, especialmente para los pacientes que ya experimentan fatiga o desnutrición. La historia de advertencia de Steve Jobs, quien retrasó la cirugía a favor de una dieta estricta de frutas, subraya que la nutrición debe apoyar, no reemplazar, la terapia convencional.
Para que esta estrategia personalizada se convierta en atención estándar, requiere ensayos clínicos rigurosos, prospectivos y controlados, vinculados directamente al mecanismo de un medicamento. Al unir la oncología molecular y la nutrición, los investigadores buscan implementar la directriz: "Alimentar al paciente, matar de hambre al tumor," asegurando que la próxima generación de terapia de combinación sea "fármaco más metabolismo".
🔖 Fuentes
Palabras Claves: Metabolismo en el Tratamiento del Cáncer










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